By info@indagraf.es 7 de agosto de 2023
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos estima, tras realizar un análisis por el conjunto de las zonas productoras españolas de cítricos, que la cosecha de cítricos para la campaña 2023-2024 se quedará por debajo de los 5,8 millones de toneladas. Si la pasada campaña fue la más baja de las últimas siete con 5,99 millones de toneladas, en esta el descenso todavía puede ser mayor. La bajada de producción se daría en el grupo de pequeños cítricos (mandarinas y clementinas) y naranjas, mientras que subiría la de limones y pomelos. Esta merma de la capacidad productora se debe a varios factores, entre ellos la concatenación de diversas inclemencias meteorológicas a finales de invierno y primavera de este año. Las altas temperaturas y la baja humedad de los meses de marzo o abril también dificultaron el cuajado y provocaron una caída masiva de fruta. La sequía en Andalucía también es clave para la reducción de producción nacional y tras las restricciones en las dotaciones de agua de riego, la cosecha, principalmente la de naranjas, se verá reducida otra vez. Otros factores que han afectado son el bajo aprovechamiento comercial debido a las plagas, el hecho de que una parte importante de la superficie sean árboles viejos con menor rendimiento y finalmente también el abandono creciente de campos de cultivo por la baja rentabilidad de los últimos años. La realidad productiva actual de los citricultores españoles es que cada vez les cuesta más obtener rendimientos óptimos como consecuencia de las reiteradas incidencias meteorológicas y de una superficie de árboles envejecida. Para Unión de Uniones es importante disponer de una buena sanidad vegetal y un control de plagas eficiente para que no haya destríos de fruta no comercial debido al impacto de las plagas. Todas estas circunstancias y el incremento desmesurado de los costes de producción (electricidad, fertilizantes, gasóleo, mano de obra, tratamientos fitosanitarios, etc.,) han provocado una descapitalización progresiva de los agricultores durante los últimos ejercicios citrícolas. Con unos volúmenes de fruta similares a los del pasado año y el hecho de tener déficit de fruta en momentos puntuales, provocará que haya un suministro ajustado que debería favorecer precios en origen buenos y estables si la demanda se sitúa dentro de unos parámetros de normalidad. La preocupación sería que, con otra cosecha histórica baja, otros países aprovecharan para ganar cuota de mercado en la Unión Europea. La organización agraria ve fundamental que se realicen campañas de promoción de nuestros cítricos ante el descenso del consumo. Por ello, ha solicitado ya en reiteradas ocasiones al Ministerio de Agricultura que efectúe campañas de promoción, tanto en el ámbito de la Unión Europea como en países terceros, con objeto de cambiar la tendencia actual. Por otra parte, Unión de Uniones cree que ratificar o suscribir acuerdos por parte de la UE con terceros países, sin estudios profundos ni rigurosos de impacto sobre los efectos que causan en nuestro sector agrario, ni sobre las consecuencias de la posible entrada de una plaga o enfermedad es un grave error. Todos los acuerdos de la UE deberían llevar aparejada una reciprocidad en los estándares de producción o en el uso de materias activas y plenas garantías fitosanitarias en materia de plagas. En este último aspecto, reclama un refuerzo de las medidas en origen para controlar enfermedades no presentes aún en la citricultura europea y la suspensión automática de las importaciones de cítricos procedentes de aquellos países terceros que no puedan garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos, así como propugna la extensión del tratamiento de frío a las mandarinas para evitar la entrada de la «Falsa polilla».